miércoles, 11 de marzo de 2009

Comentario

La mayoría de la juventud -con estratos y participación diversa en cantidad y cualidad- está presa de este tipo de "cultura". Favorece las sensaciones más que la reflexión; crea una suerte de individuo acostumbrado a la visualización o percepción sensitiva y emocional de las cosas. La rapidez y cambio- o variaciones sobre lo mismo- de divos, canciones, modas, etc. crea la sensación de que estamos ante la novedad inagotable de las cosas. Se ha llegado a decir (K. Lehmann), que estamos por primera vez ante la posibilidad de ahogar la insatisfacción inherente a la condición humana en la perspectiva de la degustación indefinida e inacabable de novedades. Una verdadera revolución antropológica y alternativa a la religión mediante lo que podemos denominar una "estetización presentista"; una "religiosización secular", consumista, que adopta versiones elitistas en las clases altas e imitaciones en las más bajas, pero que produce por doquier desideologización y escapismo existencial en el consumismo de sensaciones y juega peligrosamente con la vida en el experimentalismo con la droga…

… Otro problema que surge en las grandes ciudades de la cultura pluralista es la sensación de pérdida de identidad y el desarraigo experimentado por los emigrantes y recién llegados a la ciudad. El anonimato y la "libertad irrestricta" se trueca desvalimiento y pérdida de orientación hasta el grado de turbar su identidad personal. El individuo entra en crisis y tiene que reelaborar su identidad. La gran ciudad impulsa hacia la reconstrucción de la identidad de una forma más compleja y compuesta. De otro modo, surgirán las estrategias de defensa que conocemos: la búsqueda de los afines, de la misma región o nacionalidad, la creación de grupos que recuperan en las grandes ciudades sus costumbres ancestrales o bien tradicionales, o el refugio en comunidades-hogar que les den calor y protección aunque sea al precio de su libertad. Los jóvenes se reúnen en bandas o "tribus urbanas" - neotribalismo- marcando con signos de vestir, tatuajes, estilo de peinado, referencias futbolísticas o musicales, etc., unas señas de identidad que quieren ser "propias" y distintivas.

Comentario:

"La Juventud, que es la esperanza de un pueblo, de una nación, de la humanidad. La juventud, que es una etapa de formación, pero en la que hay una serie de fuerzas vitales en la persona que la hacen especialmente propicia a la actuación política, a la defensa de ideales nobilísimos."

Estamos en una cultura del consumismo, de la moda, en donde los modelos a seguir son el desfile de personajes, deportistas y cantantes del momento, son ellos los que imponen los valores que los jóvenes sienten que deben seguir.. Estos modelos duran tan poco, que se hace necesaria la creación de estereotípos, en pequeños grupos, que en su afán de identificarse, de ser diferentes, de encontrar aceptación y sentido de pertenencia, terminan marginándose ellos mismos; y de nueva cuenta la insatisfacción y la búsqueda de posibles paliativos que llenen el vacío de "sentido de vida" y expectativas.


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Itzel Covarrubias

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