domingo, 30 de septiembre de 2007

Tarea (Oscar) (Hacia donde va la profesión)

Oscar Javier Rodríguez Hernández DPCE



HACIA DONDE VA LA PROFESIÓN
"DERECHO"


Los logros de la humanidad en el universo de la tecnología y la evolución de mecanismos propios de la naturaleza científica han permitido establecer parámetros de notable funcionalidad en la vida del hombre. Dicho adelanto afecta en sentido positivo y negativo las relaciones humanas.
La carencia de un equilibrio entre la bondad y las consecuencias negativas de un contexto social viable ha permitido hacer una pregunta global ¿hacia donde se dirige la humanidad en la plataforma de la evolución humana?, la especulación y desarrollo de conceptos tecnológicos ha contribuido a la estructura de millones de sociedades a lo largo del mundo y de la historia, sin embargo estamos en un momento crucial en el que debemos hacer conciencia de las secuelas que procesos industriales pueden producir en nuestro ambiente natural y social.
La integración a una sociedad cuya función primordial es el acopio de bienes y servicios, sin detenerse a observar las necesidades o carencias de otros individuos, hace pensar en un sin fin de posibilidades de trastornos sociales y económicos, los cuales se comienzan a presentar de manera frecuente.
El individuo conciente del papel que desde su escenario de desarrollo puede brindar al presente generacional tiene la capacidad de analizar los frutos de la vida en comunidad. Dicha vivencia puede entrañar varios aspectos, los cuales se vislumbran desde la trinchera de la educación hasta el ámbito laboral. Es aquí donde se manifiesta de manera sostenida la importancia de un quehacer de los profesionales de las distintas áreas sociales, económicas y culturales.
De tal suerte, establecer parámetros de impulso a cada una de las profesiones existentes en el universo de la sociedad moderna es signo de un trabajo arduo cuyo espíritu establece un importante vínculo con el bien común del conglomerado humano.
Cada profesión muestra el poder de dimensional de su estructura propia, es decir, el profesionista tiene la facultad y habilidad de dotar al medio en que se desarrolla de los beneficios que la profesión a desarrollar posee.
Por lo tanto el profesionista en la actualidad debe de ver por su futuro en el sentido no solo del desarrollo profesional e intelectual, sino en el carácter de una responsabilidad social comprometida. Carecer de un sentido ético en la plataforma del humanismo social es tanto como actuar sin responsabilidad maniatando las directrices positivas de las profesiones.
Las ciencias sociales como vehículo del desarrollo de la vida del ser humano permiten concebir un crecer paulatino de la estructura del Estado y por ende la explosión de la parte viva de este, el individuo. Sin embargo el alcance que el estudio de los campos sociales es fundamental en el desempeño de las funciones de una sociedad, por ello es necesario orientar cada una de las profesiones que se desarrollan en éste entorno hacia la concientización de su propia naturaleza.
El derecho es una de las ramas del ámbito social que posee una connotación trascendental en el desarrollo de las relaciones entre los individuos, ya que establece las normas coercitivas y de conducta a través de las cuales los individuos se deben conducir, sancionando acciones u omisiones según sea el caso. Por ello la ciencia jurídica busca en su esencia misma formar especialistas jurídicos en la aplicación de principios, leyes, reglamentos o doctrina, tendientes a preservar el equilibrio entre la justicia y el bien común.
El profesionista de derecho como experto en el área jurídica tiene una responsabilidad indubitable, debe crear y trabajar por la aplicación de todos y cada uno de los medios idóneos para la aplicación de los principios de equidad y justicia.
El compromiso del abogado está encaminado a la justicia como factor de vigencia del estado de derecho en una sociedad en la que la corrupción y el incumplimiento de las normas por individuos alejados de toda ética social y jurídica va permeando la esencia del derecho mismo. Los intereses sobre los cuales se mueven los asuntos nutridos de forma jurídica, deben dejar de ser un elemento de ipso, es decir, se debe tomar en consideración cuestiones notablemente nacidas de la voluntad de las partes en la generación de consecuencias de derecho.
La abogacía en la actualidad se ve más que nada como un asunto mercante, y eso en esencia no es del todo negativo, sin embargo se debe encontrar el equilibrio necesario para el triunfo del humanismo dentro de la estructura del derecho. El vínculo permanente de la actividad comercial con defensa jurídica debe tener un obligación adherida, el alcance de las ganancias como retribución a la aplicación de la justicia y equidad en los procesos y negocios de interés jurídico.
El abogado de derecho está en una posición sumamente delicada, el punto de vista de la población en general sobre los profesionistas en derecho es netamente negativa. Las múltiples situaciones de injusticia y de manifestación de intereses de facto que no brindan más que intolerancia hacia la figura del abogado, destrozan una de las profesiones más sensibles de la historia de la humanidad.
El futuro de la vida del abogado dicta una pronta actitud hacia el destino que esta profesión guarda y proyecta a un futuro próximo. Es pertinente saber como se puede estructurar la posición del abogado en el futuro, es decir, si bien el abogado se ha caracterizado por ser un individuo cuya naturaleza emana de la solución de conflictos a través de la lógica y razonamiento jurídico plasmado en los argumentos que accionan o excepción según sea el caso, también se está a tiempo de incrementar la solución de litis, en el contexto de los medios alternativos.
El abogado es un profesional en el derecho y como tal debe ver por los beneficios que su ámbito de desarrollo profesional le pude brindar a la sociedad en el sentido del bien común. La justicia es el motor por el cual el jurista debe existir en su forma más loable.

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