Sería un error elemental, simplificar la trascendencia de lo expuesto por Mardones, al trasladar sus esclarecimientos a un país o una ciudad en particular, Mardones, nos habla en términos generales, por lo tanto, dichas generalidades no se pueden ejemplificar con una ciudad en particular, por lo que tratar de averiguar a qué ciudad o ciudades en específico se refiere resultaría estéril e irrelevante. En realidad la urbe o ciudad, es la comunidad con mayor desarrollo dentro de un grupo de comunidades, por lo que la ciudad de cada país o nación tiene característica diferente, pero equivalentes.
Mardones nos expone a grandes rasgos como las grandes urbes han contribuido y perjudicado a la humanidad. Sin embargo, cabe señalar, que dichas contribuciones y perjuicios no pueden ser generalizados a todos, hay quienes defiendan unos y hay quienes consideren irrelevantes otros, por lo que entramos en un campo en donde la percepción lo es todo, y dicha percepción es intrínseca a los valores e ideologías muy particulares. Con lo que se convierte en un texto de controversia y sin duda alguna invita a la reflexión y a la auto exploración del papel que desempeñamos dentro de la gran urbe a la que pertenecemos, así como el papel que nuestra gran urbe inmediata posee para la humanidad, es decir hacer una valoración de lo perjudicial y beneficioso que esta nos resulta.
Traducido a nuestra ciudad más inmediata, aún cuando exista una ciudad con más migración y miras de prosperidad en el país (afinidades, cultura, empleo, educación, diversidad, etc.) que Acapulco, esta representa ciertas oportunidades (altamente limitadas) para personas de zonas rurales y/o de escasos recursos, sin embargo, el clima, las costumbres locales y provincianas, evitan una aceleración en los procesos de convivencia diaria, por lo que los ritmos de vida son más relajados, y por lo tanto menos productivos que en las grandes urbes, sin embargo en términos de salud esto se ve como altamente favorable, ya que evita estrés o depresión existentes en grandes ciudades como lo son, Londres, Nueva York o el Distrito federal, entre otras.
En Acapulco, las contribuciones y prejuicios de la gran urbe descritas en términos generales por Mardones, coinciden en menor grado con el mosaico cultural un tanto limitado del Puerto.
Frida V. Hernández Ojeda
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¡¡¡ El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la
intensidad con que suceden... Por eso existen momentos inolvidables, cosas
inexplicables y personas incomparables !!!
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